domingo, 24 de noviembre de 2013

Sin Palabras

                 

Y entonces nos comimos a besos,
mientras acariciaba su cuello,
mientras jugaban nuestros labios,
y eramos fruto del deseo.

Morder su labio inferior,
sintiendo como se altera su respiración,
empezar a perder el control,
y poco a poco dejarme llevar por la pasión.

Sentir como acaricia mi espalda,
y sin pensarlo; besar su boca con ansia.


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